Una Argentina para entusiasmar – Diario La Capital

Kirchner no es políticamente virtuoso, las oposiciones son políticamente defectuosas. El kirchnerismo hace diferencia política en la Argentina actual porque es primera minoría disciplinada. Las oposiciones no logran tomar conciencia de la necesidad de disciplinarse dejando vedetismos de lado a la hora de coincidir en estrategias parlamentarias en común.
Tal vez, por estos días dos candidateables, al menos en el imaginario popular, mostraron sus propias falencias. Cobos por no haber renunciado a tiempo a una vicepresidencia que no le pertenece desde el momento mismo que admitió querer ser un candidato presidenciable por la oposición a su gobierno. Hoy, pierde peso atrapado entre lo que le conviene y lo que debe. Reutemann, por no haber podido conducir, aun en el divorcio político, a una senadora a la que llevó a remolque electoralmente. Si es por su caudal electoral, Roxana Latorre cuando fue candidata a gobernadora de Cristina Fernández de Kirchner, obtuvo algo así como el 1% de los votos… Reutemann fue electo senador diciendo: “El 29 de junio vamos a estar mirando los porotos para ver cómo está posicionado cada uno y se va a armar una grilla importante”. Propios y extraños se entusiasmaron con esa posibilidad. La grilla se armó… pero Reutemann no sale de boxes… La toma de una decisión de esta naturaleza es absolutamente personal y respetable, pero quien supo enfrentar a la muerte no puede “desentusiasmarse” ante un país con adversidades. Debiese pensar el senador que sus silencios “desentusiasman”.
Por otro lado, la esperanza blanca de los radicales, Cobos, se “desentusiasmó” primero del radicalismo y fue a los brazos del kirchnerismo. “Desentusiasmado” hoy con el kirchnerismo, vuelve a su primer amor.
Si los hombres y las mujeres que hacen la política quieren una Argentina con un futuro distinto, deben “desentusiasmarse” a la hora de buscar candidatos que sólo cotizan bien en voto e intentar el largo camino de entusiasmarse con la construcción política aunque se pierdan elecciones.
Argentina está encerrada, como se dijo en este espacio la semana pasada, en un “bloqueo decisional”. En el Senado de la Nación se vive de momentáneas mayorías prebendarias. Si esto no es así y lo que moviliza el sí o el no, la presencia o ausencia de los senadores es una cuestión ideológica, no asistiríamos a este Senado que alguna vez se escandalizó por la Banelco…
El gobierno nacional sale a la calle de la mano del hombre que supo alardear de la “longitud de sus atributos” a embozalar precios… precios que se “escapan” por la ausencia de los subsidios que los supieron contener… Si los salarios se retraen, quién moverá el consumo interno del país? Si los salarios mantienen su valor real, cómo evitar una nueva escalada inflacionaria?
Particularidades argentinas: nuestro país, hoy libre de fiebre aftosa, pierde mercados como en aquella época. Esta vez sin aftosa. Dado que los embarques supuestamente permitidos de exportación decarne argentina, permanecen en los frigoríficos. Alemania, el mercado más antiguo para Argentina y el de mayor facturación para nuestro país, está pensando abastecerse en Brasil y Uruguay. Como dice Gerónimo Venegas: “Argentina se está convirtiendo en una sumatoria de juicios originados por embarques acordados y pagados por anticipado”… Julián Domínguez es el ministro de Agricultura de la Nación?
A ningún argentino se lo puede sorprender con inflación, inseguridad, incertidumbre… Hay una certeza colectiva: el 2011 contiene una nueva posibilidad electoral. Al respecto, consultado el politólogo Hugo Quiroga, sobre cuál es a su entender la fisonomía política de los argentinos dijo: “Si bien en Argentina siempre hubo un espacio de centroizquierda al igual que uno de centroderecha, existe una marcada tendencia al centrismo político”.
Podrá la clase política argentina en un año preparar sus propuestas electorales? Si esto es así, por qué no puede destrabar el inmovilismo político al que somete hoy a toda una sociedad?