La realidad impide soñar con la reconstrucción de la sociedad.

Dr. José María Vernet: ***

MHG: El 10 de diciembre se cumplen 25 años del regreso a la democracia, un protagonista de aquellos tiempos es el Dr. José María Vernet… qué es lo primero que viene a sus recuerdos?
JMV: ¡Éramos tan jóvenes!… más allá de la broma lo primero que uno recuerda es el hecho electoral más que la asunción. La asunción es un hecho formal. El 30 de octubre de 1983, el día de las elecciones, éramos gobernadores electos, fue el primer acto político social después de muchos años. En esa oportunidad voté por tercera vez en mi vida y voté por mí. El ejercicio democrático en este país para atrás era nulo. Hacia cuarenta años que nadie terminaba un gobierno. Teníamos una sociedad diferente que hoy ni imaginamos. Vivíamos con 600% de inflación, no había ley de coparticipación, no se votaban los presupuestos, se trabajaba con los pospuestos… era otra época, otra sociedad. No había ningún ciudadano que no supiera el nombre del comandante de cada una de las Fuerzas Armadas, eran más importante ellos en la sociedad que los grandes profesores. Aunque hoy, en esta sociedad, es importante la gente de plata… tampoco lo son los grandes profesores… Era una sociedad muy libre, porque al retirarse el proceso militar, todos los poderes que habían sobrevivido al proceso militar, cómplices forzados o no del mismo, tenían una actitud temerosa y no se metían. Entonces el juego del ciudadano estaba expresado en toda la libertad, todos los habitantes eran ciudadanos y todos los dirigentes eran ciudadanos… Uno recorría la provincia, hicimos 56 mil kilómetros en un estado de libertad y participación de la gente que era como haber recuperado el sistema. Hay que reconocer que los militares se retiraron, no los echamos nosotros, esto cambió un poco las condiciones en que nos manejábamos…

MHG: Eso tuvo que ver con Malvinas…
JMV: Sí… Malvinas, el deterioro económico del país y la desorganización interna del ejército derrotado. A partir de Malvinas los abusos hechos durante el gobierno militar no se pudieron contener más y se cayó todo el sistema. Fue una retirada de ellos… No hay que olvidar que la ley con la cual votamos en octubre del ´83 era una ley emitida por el proceso militar. De esto cada uno debe ser conciente. Desde ahí se construyó hacia acá. No fue una revolución quizá fue un estado de presión, no una revolución. A partir de eso se ganó la provincia. Era difícil pensar cómo gobernar la provincia, yo debía hacerlo con un Senado radical…

MHG: Situación similar a la actual, en donde el gobernador Binner debe gobernar con un Senado peronista…
JMV: Así es. Yo tuve un Senado radical durante los cuatro años. Tenía además todas las intendencias con una base no peronista. Tenía un gobierno nacional no peronista. Era difícil: los vecinos eran no peronistas, los inquilinos eran no peronistas y el dueño de la propiedad era no peronista… ¡había que moverse en medio de eso y no era fácil! Yo tenía un axioma: cuando las cosas vienen mal no hay que gritar, porque así se entera uno solo de los problemas que tiene, sino se entera todo el mundo… Es condición del mando, de la autoridad en la sociedad, mostrar responsabilidad y seguridad. Yo decía en aquel entonces una frase: uno tiene miedo cuando viaja en el avión, pero si uno escucha al piloto decir ¡mirá que nube! ¡qué miedo que tengo!… nos matamos todos dentro del avión… Aunque quien mas sentido e idea del terror y peligro la tenga el piloto, éste debe callarse y aguantar por la gente que viene atrás…

MHG: Durante el transcurso de su mandato tuvo miedo?
JMV: Varias veces, muchas veces… Más que miedo, diría aprensiones… Uno no sabe la diferencia entre la aprensión y el miedo. Miedo creo que es el carácter quebrado, eso yo no lo tuve. Lo que sí tuve fue aprensión… el mayor momento de aprensión política fue Semana Santa… sin lugar a dudas. Le pedí a mi familia que se retirara del hogar y me dispuse a cumplir con las obligaciones que tenia. Recuerdo que no puede ejercer esas obligaciones en Santa Fe, las tuve que venir a ejercer a Rosario. En Santa Fe la burocracia estuvo obligada a gobernar con todos los procesos militares de Argentina, era muy difícil que combatiera con eso. En Rosario uno tenía gente al lado… En estos días asistí al homenaje a Nito Bóccoli, socialista, en Máximo Paz, compañero mío de Semana Santa, se sentó al lado mío y se quedó ahí haciendo presencia de vida. Vino, se sentó y se quedó, que no era poca cosa… cuando todos se iban… nadie llegaba…

MHG: Me imagino que el Dr. Alfonsín debe tener la misma sensación que usted…
JMV: Fue un momento que nos marcó a todos. A ver a Alfonsín fui con el Changui Cáceres… Alfonsín en una actitud muy de Allende, muy chilena, decía que iba a resistir… Uno por su formación peronista es de enfrentar más las cosas… Hay que salir, armar, tener la gente en la calle, esa es la idea que corría en mí. En Alfonsín existía la idea de la resistencia. A pesar de todo, cuando pasaron los años, después de 10 ó 20 años de su gobierno, cuando nos hemos encontrado, y nos hemos abrazado. Alfonsín -que siempre fue un gallego de buen humor, hay que reconocerlo-, me decía “Felices Pascuas”… como diciendo ¡Dios mío, las metidas de pata!… era un síntesis de la ironía con el adversario.

MHG: Y a propósito… con la serenidad que dan los años de distancia usted ha metido la pata durante su gobierno?
JMV: Y seguro… A veces uno no las distingue tanto. No creo que haya habido medidas tan equivocadas. No hay que olvidar que había que administrar una policía que venía del proceso militar. Había situaciones de grupos de resistencia que esperaban la vuelta del sistema militar de un partido, al gobierno. Creo que a veces pequé de ingenuidad más que meter la pata…

MHG: Qué edad tenía?
JMV: Treinta y nueve años… Uno observa el cambio institucional del país…sobre todo de Santa Fe. Santa Fe es una provincia institucionalmente muy rica… Creo que contribuimos con algunas cosas como la descentralización de la Justicia, el desarrollo de los comités de cuenca, la participación de la organización de productores, la ley de municipalidades y comunas, las autarquías. Yo siempre digo que Santa Fe junto con Mendoza, en las cuales no hay reelecciones, son las provincias más fuertes institucionalmente que uno observa, y creo que Santa Fe más que Mendoza… Es el resultado después de 25 años de gobierno…

MHG: En ese entonces era imposible establecer políticas de largo plazo? Uno imagina que debió ser muy al día a día, había que rearmar todo…
JMV: teníamos una inflación del 600%, no había ley de coparticipación, uno vivía de los ATN, no se trabajaba con presupuestos sino con postpuesto. La Cámara de Diputados y Senadores aprobaban el presupuesto en octubre del año que corría…

MHG: Cómo era la relación con el gobierno nacional de Alfonsín?
JVM: Hay un hecho, una muy buena pelea, la cual me lo adjudico bastante, no sé si me lo merezco o no, pero me lo adjudico por ser el primer contador gobernador en la historia, que es la redacción de la Ley de Coparticipación, que es lo que hoy se llama el goteo automático. La primera ley de coparticipación y la única en democracia salió en enero del 1988, como consecuencia de las negociaciones de 1986 y 1987, con el gobierno central que representaba Alfonsín. Anteriormente el gobierno nacional cobraba los impuestos y 90 días después con 600% de inflación mandaba la partida correspondiente a la provincia. Además la Nación tenia un impuesto terrible que era la emisión monetaria, de la cual las provincias no participaban. Por eso las provincias, autónomas y como Estados en sí mismas, emitieron bonos. Luego los bonos terminaron siendo una farmacopea irresponsable administrativa de ciertos gobiernos como el caso de Entre Ríos, Tucumán, Salta… pero la verdad que había una emisión monetaria que perjudicaba a las provincias terriblemente…

MHG: Cómo ve hoy a la provincia de Santa Fe?
JMV: Como decirlo… esto pasa cuando uno cree que haría todas las cosas mejor y hay condiciones necesarias y mínimas que hay que cumplir… qué se requiere? El control de la calle, el orden mínimo… esto es parte de la ingenuidad política, no de un gobierno en particular, sino de toda una sociedad. Es pensar “nos sacamos a estos negros y todo va a andar mejor”… creo que la realidad política hoy está muy signada por las realidades… En el año 1983 era todo mucho más violento, pero era mas libre el acceso al poder. Hoy es menos violento, pero es menos libre el acceso al poder. El poder lo ejercen muy pocas personas, no lo ejerce toda la sociedad. Determinados grupos sociales, grupos de poder económico, grupos de opinión, grupos conservadores han recuperado el poder de calificar si una persona puede o no ingresar a emitir su opinión en la sociedad. Todo esto ha cambiado. Yo soy sesentista, yo estuve en la etapa del Mayo Francés, y recuerdo una frase que decía “¡basta de realidades, quiero promesas”!. Estoy un poco agobiado de tantas realidades, necesito más sueños y una sociedad para construir. Hay cosas que no vamos poder arreglar y va a llevar muchos años, por ejemplo, antes teníamos personas que eran delincuentes, ahora tenemos familias organizadas en la delincuencia… si no nos ponemos a trabajar en serio en ésto, va a ser muy difícil de solucionar…

MHG: Cómo ve al gobierno nacional?
JMV: Cerrado. Cerrado en sí mismo por soberbia.

MHG: Y en medio de todo esto, hay un país con sus ciudadanos, que pretende seguir adelante, en medio de una mala distribución del ingreso…
JMV: Las injusticias siempre han existido en la sociedad. Las personas deben defenderse de las injusticias, no esperar que las defiendan. Eso es entrar en el sistema de la lástima y eso no es parte de la política. Hay muchas injusticias en Argentina, pero lo triste es que la gente no se defiende. Esto es lo que se ha frenado en la sociedad. Tenemos mucha comprensión cristiana, humanitaria, pero no tenemos grupos de autodefensa.

MHG: Eso tiene que ver con la destrucción de los partidos políticos?
JMV: No, va más allá… creo que es la destrucción de los valores del Hombre…

*** Gobernó Santa Fe entre 1983 y 1987. Posteriormente desempeñó como ministro de Gobierno de Buenos Aires. Volvió a la escena nacional bajo la órbita del Ministerio del Interior que conducía Carlos Corach y Canciller en el gobierno de Adolfo Rodríguez Saa

Deja un comentario