Vivimos con velorios de cuerpo presente

Dr. Ignacio de Mendiguren – Secretario de la UIA
Ministro de la Producción en el gobierno de Duhalde

MHG: Va a estar el lunes (31 de mayo) por Rosario?
IM: Sí, el lunes, estaré en una charla con Eduardo Buzzi, del Movimiento Productivo. Esperamos contar un poco la visión de lo que viene, de lo que se puede esperar y lo que no hay que perder.

MHG: Estamos transitando fechas de balance, cuál es el panorama que puede mencionar como grandes movimientos de avances o retrocesos de la industria nacional?

IM: La industria es un análisis muy lindo para ver en estos 200 años, porque lo que plantea un país distinto, a lo que fue su fundación, es incorporar valor agregado en el sector industrial. Es parte de lo que me gustaría charlar el lunes en Rosario qué nos pasó en estos 200 años? Yo digo que hay cosas positivas, pero lo más importante es que no hemos podido los argentinos ponernos de acuerdo en los grandes lineamientos nacionales. Fuimos un circuito que siempre volvimos a repetir, es como que las lecciones que nos dio la historia nosotros no fuimos haciendo una buena síntesis. Sobre todo cuando usted analiza las crisis, es como que no hemos logrado los argentinos escribir los últimos renglones; cuando me refiero a esto, significa sacar las conclusiones. Entonces como no lo hacemos hay una sensación de que no enterramos los muertos, vivimos con velorios de cuerpo presente, es decir, no terminamos de ir avanzando. Estos dos años hemos hechos cosas importantes, demostramos tener un potencial enorme, es como tener un fórmula uno y lo usamos con nafta común. Una de estas causas ha sido el conjunto de los desencuentros. No pudimos resolver los disensos, ente campo-industria, esto trajo enormes perjuicios a la Argentina, se llegó en algunos casos hasta la desestabilización institucional. Una de las primeras cosas que no hay que repetir es eso, saber salir por arriba de los disensos. Tenemos que imaginar otros 200 años con un pacto muy fuerte entre el campo y la industria, ver cómo Argentina hace esta síntesis, como hicieron países importantes como Estados Unidos, Canadá, Australia, entre otros, no fue campo o industria, ahí fueron los dos juntos. Argentina sabe que es demasiado grande como para vivir sólo de los recursos del campo y Argentina sabe que sin los recursos del campo no logra la etapa de desarrollo. Esto es interesante, este es uno de los temas que me deja el bicentenario: cómo hacemos, hacia los próximos 100 años, ese escenario distinto que no pudimos hacer en los 200 que pasaron. Siempre fueron enfrentamientos, siempre fueron la no compatibilización, un sector que creía que por sí solo el país podía vivir, entonces todo lo otro era prebendario; otro sector que creía que solamente por la vía de ese desarrollo el país salía y desconocía las posibilidades espectaculares del campo…

MHG: En los actos del Bicentenario creo que la gente con su actitud, marcó la diferencia

IM: Los actos y las celebraciones de estos días me permitieron hacer una interpretación relacionada en el sentido de que la gente no está compartiendo los niveles de confrontación, está como cansada de la agenda diaria que se le propone, de no tener una visión de futuro y, a pesar de eso, dijo nosotros pensamos esto y salió a calle en donde no hubo banderías partidarias, era como otro mundo.

MHG: En lo que hace a la ciudadanía, hace falta un ingrediente que es el apego a la política.

IM: Es verdad, se ve a la política como algo malo, ajeno a nosotros, cuando sabemos que la política con mayúsculas es lo único que puede articular una sociedad para buscar equidad, para buscar su desarrollo, es como que está divorciada la política de la gente. También nosotros, los empresarios, hemos sufrido este tema, cuando se analiza la realidad uno se acuerda de la silla nacional que se rompía de los cortos de Martínez de Hoz, uno se acuerda del industrial prebendario, nace una imagen del empresario que debe revertirse, porque ningún país se ha desarrollado sin una clase empresario; pero para esto no hay que enojarse con la gente, hay que convencer a la gente. El proyecto de desarrollo que uno plantea es el que la va a incluir a ella.

MHG: Cree que los aumentos salariales son los causantes del aumento en los precios?

IM: Creo que un proyecto nacional en el que participen los trabajadores y los empresarios nacionales está indefectiblemente unido, más allá de las diferencias lógicas que hay cuando uno discute paritarias o condiciones laborales, lo que vemos y tenemos que dar un ejemplo, es de cómo nosotros podemos armonizar los disensos, el sector del trabajo tiene claro que para consolidar un proceso de mayor crecimiento hace falta mayor inversión y nosotros los empresarios tenemos claro que sin redistribución no tenemos posibilidades de mantener un proyecto de crecimiento de largo plazo, porque salario es mercado. Frondizi decía que nadie compra una máquina para producir lo que no vende. Y discutir esto es como discutir la ley de gravedad, no se discute que el salario es mercado y la redistribución es lo que garantiza el crecimiento, la estabilidad social, etc. El problema es cómo compatibilizar las dos cosas. Si usted se para sólo en la redistribución y ahuyenta la inversión, estamos en un problema; si se para solamente en la inversión pero no piensa simultáneamente en la redistribución, ya la conocimos, la famosa teoría del derrame que nunca se produce. Nuestra inteligencia debe ser compatibilizar ambas cosas.

MHG: Es el inicio hacia un pacto social?

IM: Nosotros hemos intentado esto desde el 2004, hemos viajado a España para ver cómo funciona del Consejo Económico y Social, nosotros estamos convencidos que es el camino, camino que da previsibilidad, en donde hay pautas de salarios, de crecimiento, de inversión, de redistribución del ingreso. En donde se le pone un marco a la puja distributiva. Porque es mentira que el salario, que se basa en la productividad, es inflacionario. Por eso es que las cosas se pueden analizar por separado, entonces se dice que el salario es inflación, o la redistribución del ingreso es lo único que se puede tomar sin prestar atención a la inversión. Esas cosas sueltas no funcionan, funcionan dentro de un acuerdo, mire si lo hubiésemos hecho en el año 2004 o 2005, lo intentamos en el 2006 y fue parte de la campaña de la presidente Kirchner el acuerdo social y no se ha podido realizar todavía.

MHG: Este impulso, este resurgir del pacto social, por parte del sector gremial que lidera Moyano, es porque hay convicción de esta necesidad o es parte de mojarle la oreja a un Kirchner que estaba un poco díscolo?

IM: Nosotros veíamos que producto de la puja distributiva y de lo aumentos de precios estaba llevando a una confrontación a los sectores del trabajo y el de los empresarios, en vez de buscar soluciones, buscábamos culpables. Tiene que haber una mesa en que se hable del largo plazo, de esta estrategia de inversión junto con la redistribución, donde podamos tocar el tema de las negociaciones internacionales. Nunca en Argentina se relacionó la negociación internacional con la política de empleo. Si se hace un gran acuerdo pero si después se hace una mala negociación internacional que hace desaparecer un sector por completo, es clave que se tenga en cuenta el empleo. En Estados Unidos, cuando se toma cualquier medida de comercio internacional, como por ejemplo bajar el arancel de una camisa, hay un cuadro que dice en cuánto se beneficia un consumidor norteamericano con la baja de precio del arancel, pero también hay otro que le cuenta los puestos de trabajo que esa medida significa, entonces se hace la ecuación costo-beneficio, pero tomando en cuenta el empleo. En Argentina nunca tuvimos en consideración la política de empleo. Ahora que estuvo el secretario general de la Organización Mundial de Comercio y se reunió con todos los empresarios e invitamos a la CGT también, y ahora vamos a hacer un seminario conjunto, CGT y nosotros, sobre la crisis internacional, el tema de la Unión Europea junto con un mercado que se le achica y los chinos que no pueden venderle a Europa porque la crisis hace que su mercado sea menor, etc. Fíjese que la crisis la tienen los países centrales y los mercados que demandan son los de Latino América. Tenemos que analizar cómo esto puede impactar en el empleo en la Argentina, un tema que jamás hubiéramos hecho juntos años atrás, hoy lo vamos a llevar a cabo. Hay otra agenda también importante, lo que más me moviliza es sacar lo positivo y ver que lo negativo tuvo que ver con no poder resolver los disensos. La fuerza debe estar puesta en cómo aprendemos a resolver los disensos con una visión de futuro que yo la veo muy buena.

MHG: Qué hace falta para que allí esté el gobierno?

IM: Hace falta que crea más en los consensos, que crea más en el diálogo, que crea que hace falta bajar los niveles de conflictividad, así se pueden lograr cosas. Cuando yo estuve en la conmemoración de la industria en la provincia de Santa Fe, yo dije que el año que viene, por este, Argentina iba a crecer al 6%, lo único que puede hacer peligrar ese porcentaje es el nivel de conflictividad. Porque en la conflictividad la inversión se resiente, si el crecimiento no se acompaña con la inversión necesaria, un crecimiento del 5 o 6% requiere una inversión del 24% del PBI para que no sea inflacionaria. Ahora si se cae al 21 y no ponemos el esfuerzo ahí para la inversión, bueno el crecimiento puede ser sin estabilidad y con inflación. Bueno, esto requiere consenso, Argentina está en condiciones de crecer. El tren está pasando de nuevo, la cosa es no seguir peleándonos en el andén, aprovechar el tren y subir a la mayor cantidad de gente posible.

MHG: Cuál es su análisis acerca de los dichos de la presidente sobre que no hay restricciones a las importaciones?

IM: Existen medidas que son licencias no automáticas, que son licencias previas, que están comprendidas dentro de la Organización Mundial de Comercio y que prácticamente rodos los países aplican cuando hay situaciones de este tipo. El caso de Brasil, creo que tiene solución, no le doy un grado grande de conflictividad, en los 20 años de Mercosur fueron muchas veces más los camiones nuestros que tuvieron en la frontera brasileña y en esos casos se trataban de productos perecederos. Creo que la solución viene más por arriba, que un día podemos tener un visión estratégica con Brasil de largo plazo, hoy estamos fallando en este punto. Entonces cuando no hay agenda de largo plazo, el corto plazo tiñe todo.

MHG: Hay posibilidades de marcar una etapa a largo plazo con el sector gremial?

IM: En el corto plazo hemos llegado tarde, al Consejo Económico hace años, desde el año pasado no se habló más, pero nosotros hubiésemos querido antes que la puja distributiva viniera haber podido acordar antes una serie de medidas que bajaran las expectativas inflacionarias. No hay motivos concretos que digan que hoy en la Argentina la inflación tiene que estar en las cifras actuales. La lógica de este año debe estar en 16 o 17% por el arrastre que traía. Hoy no estamos en el momento en que el barril de petróleo estaba a 140 dólares o los comodities subían. Entonces se creó una expectativa y la gente trabajó sobre las expectativas. Los gremios cerraron en 19 o 20%. Los bancarios que tenían los mejores balances cerraron en 22,50%. De golpe, por distintos motivos se empezó a hablar del 25 o del 30. Yo le pregunté a Antonio Caló, dirigente gremial, qué pasó en estos últimos treinta días, no se disparó el dólar, nada pasó; se ha trabajado sobre expectativas, entonces va a ser la profecía autocumplida. Se sabe que la inflación se basa en parte en expectativas, no tuvimos la capacidad de poder generar un clima, aquí el gobierno tiene una responsabilidad importante, en América Latina hay crecimiento sin inflación y ningún país fue a un plan de ajuste. Se fueron generando senderos de una inflación a la baja, con metas de inflación y que fueron convergiendo a la baja. Yo dije que esto era lo que había que hacer, que teníamos que juntarnos en un acto creíble, donde podamos coordinar la política monetaria, la fiscal, la financiera con la política de ingresos, ir describiendo un sendero a la baja, cosa que converja al 2011, 2012 en una cifra y en ese marco poner la puja distributiva. Es necesario brindarle apoyo y ayuda al dirigente gremial para que vea un escenario de inflación a la baja. Esto no se hizo, lo que iba a ser el techo, que era lo pedido por el sector bancario, terminó por ser el piso., creo que ahí fracasamos. Tenemos que exigirle a la política que ponga la agenda que nos preocupa y no la agenda de las candidaturas testimoniales, los DNU, quiero que nos diga cómo crecemos y otras cosas que son importantes.