Un discapacitado no es un pobrecito, hay que incentivarle sus potencialidades

Hugo Luppi: creador y conductor del programa de radio Sin diferencias, en Radio Universidad de La Rioja

MHG: Cuál es su historia?
HL: Nací hace casi 49 años, sietemesino, en el parto se produjo una parálisis cerebral momentánea que me afectó la parte motriz lo que determinó que naciera con un encogimiento de tendones que me dificultaba caminar, en los primeros años de vida no lo pude hacer y recién empecé a caminar a los tres años. Porque tenía las piernas metidas para adentro, daba un paso y me caía. Recién después de los tres años pude empezar a caminar, de a poquito, con la ayuda de mi abuela, de mi mamá, mi papá no estaba porque nos dejó apenas nací… La lucha fue con mi mamá y mi abuela, fueron mi sostén, me fueron guiando a través de los años y después uno fue haciendo su vida.

MHG: Usted nació en Buenos Aires?
HL: Si, más precisamente en Arrecifes, toda mi familia es de San Pedro, después nos fuimos a Buenos Aires, estuve viviendo 35 años en Quilmes y luego me vine para La Rioja porque conocí a mi señora. Y acá estamos.

MHG: Antes del amor, a qué se dedicó?
HL: Primero fue la lucha diaria en el colegio, porque hace casi 40 años la cosa era distinta a la de hoy, pero tuve muy buenas maestras que hicieron que la discriminación se revirtiera, tuve buenos compañeros aunque siempre hay algún descolgado. La mayoría de los maestros y maestras que me han tocado ha hecho un buen trabajo y también de todos los amigos que teníamos como compañeros… pasé una linda primaria y una buena secundaria.

MHG: La dificultad aparece cuando quiso conseguir trabajo?
HL: Ahí la dificultad fue bastante acentuada. Uno iba a buscar trabajo y ni siquiera le tomaban los datos. Una vez me dijeron “discapacitados no tomamos”, salí con una bronca terrible… luego pensé que toda la gente no era igual y que le vaya bien y que Dios los proteja. Porque la gente no se da cuenta que a la vuelta de la esquina puede sucederle algo y eso uno no lo quiere, pero uno no sabe lo qué le puede pasar, no tenemos un contrato firmado que asegure nada. Aparte hasta que no le pasa esa persona mira para otro lado. Pasa hoy mismo, mucha gente mira para otro lado, ven a un no vidente que quiere cruzar la calle y lo dejan ahí horas y horas y nadie se acerca a ayudarlo. Por eso, hasta que no le pasa a uno no se reacciona.

MHG: Son esas barreras que ponemos nosotros mismos…
HL: Por ahí pasa que muchas familias, más hace 40 años atrás, veían a esa persona con otras capacidades como el pobrecito, el tema de la lástima no es bueno, lo que se tiene que incentivar es que esa persona salga adelante con toda la problemática que lleva a cuesta y sortear todos los escollos que pueda tener en el camino… pero nunca pobrecito ni por el lado de la lástima. Eso es el error más grande.

MHG: Estuvo dispuesto a trabajar de remisero?
HL: Exactamente. Cuando luego llegué a La Rioja, yo ya me había recibido de periodista, llegué con el bolsito, las ganas de amar a mi esposa y darle para adelante. Pero resulta que la primera actividad que podía llegar a hacer era ser remisero. Hice todos los trámites, tenía todo listo. Un día paso por la radio de un periodista muy conocido aquí que ya ha fallecido, entro, me presento y me toman. Empiezo a trabajar y lo hice hasta que él falleció, durante dos años seguidos y después seguí trabajando en otras radios y el carné de remisero nunca lo usé.

MHG: Cómo es su programa “Sin diferencias”?
HL: El programa nace el 5 de octubre de 2007, bajo un proyecto que presenté a la Universidad Nacional de La Rioja para la radio y fue aceptado porque era una temática que nadie lo había utilizado en la provincia… Lo quise presentar en otras radios pero todos dicen casi siempre lo mismo… que no es vendible y que no va a haber posibilidades de ponerlo al aire… Lo que siempre se dice: que no se va a escuchar y un montón de cosa más. En Radio Universidad me lo aceptaron y desde ese momento por ejemplo le explicamos a la gente las diversas patologías que se pueden encontrar, que a través del hospital de Clínicas que hay en la universidad se pueden tratar, diferentes profesionales van contando las historias de vida que va llevando a que la gente que está del otro lado del receptor, si está en un momento malo y considera que se le viene el mundo abajo; que con esa historia de vida pueda levantarse… y llaman y agradecen, porque me dicen que con lo escuchado cambiaron de idea respecto de la vida. Si sirve para que la otra persona se sienta mejor, bienvenido sea. Esas historias de vida son para mostrar que se puede, que nada es imposible.

MHG: A qué hora y día va su programa?
HL: Los viernes de 20 a 22 horas por Radio Universidad de La Rioja…

MHG: Qué historia le impactó anoche?
HL: Una persona que quedó no vidente de grande, o sea, vivió toda su vida entre los normales, por decirlo de alguna manera, y fue quedándose sin visión y ahora prácticamente está ciego. Una vez me escribió, estaba muy bajoneado y yo le dije que estaba todo bien, que no se preocupara, que iba a salir adelante. Bueno, ahora, fue abuelo hace poco, va haciendo algunas cosas con la gente de Radio Club La Rioja. Estimula saber que esa persona es hoy presidente del radio club. Cosa que cuando le sucedió no sabía qué hacer… Es difícil si no se tiene la contención familiar, en este caso la familia lo ayudó mucho, pero es difícil para una persona ver durante gran parte de su vida y luego quedarse sin visión, realmente es un tema que la misma persona le cuesta entenderlo. Y superar eso lleva su tiempo.

MHG: Es la importancia de un programa que hace que uno no se sienta solo y ver que a otros les pasa algo peor.
HL: Exactamente. A mí me pasaba en las épocas de las operaciones. A veces cuando estaba internado en el hospital de niños, en el Ricardo Gutiérrez, porque todavía no había aparecido el Garrahan, uno se replanteaba un montón de cosas, por qué a mí, y veía lo que pasaba al lado y me decía que yo estaba de maravillas porque el otro la pasaba peor que yo. Eso es lo que a uno lo lleva a hacer el clic y olvidarse que uno está mal, que tiene un problema.

MHG: Cuánto ha influido el amor en su vida?
HL: Mucho, tenemos 4 hijos hermosos, la más grande con trece, el varón de once, otra nena de nueve y el chiquitito que va a cumplir seis y ese nos quemó todos los libros y nos rompió todas las reglas. Una cosa que quiero resaltar es que me han escrito mucho y de muchos lados y destacan que yo diga que me cuando me caigo, me levanto, me sacudo un poco y sigo caminando… eso se puede tomar para la vida porque la vida es así. Uno se cae y se levanta y sigue adelante. O el eslogan que decimos siempre en el programa: “Para que el lado oscuro del corazón no traicione los ideales y los valores de la vida construyamos con ese granito de arena un mundo sin diferencias.”