Lic. George Chaya: Escritor, docente y analista político internacional de origen libanés experto en Oriente Medio e Ibero América en asuntos relativos a las Relaciones Internacionales y la Seguridad y Prevención del Terrorismo
“Sarkozy y Berlusconi privilegiaron sus intereses a la amistad con Khadafy”
“No hay nada que por ahora nos indique la posibilidad de una democracia al estilo de la conocida en Occidente”
MHG: Cómo va a repercutir el asesinato de Khadafi en Libia, más la muerte del príncipe heredero de Arabia Saudita quien es el principal exportador de petróleo, porque el petróleo tiene que ver con todo lo que está sucediendo allí?
GC: En cierta manera sí. Es un elemento que juega un papel importante y de hecho se ha impuesto a las relaciones políticas desde el punto de vista de las relaciones económicas en los últimos tiempos. Respecto de Libia se abre una nueva etapa, que no ha terminado de alguna manera como mucha prensa está mencionando, no ha terminado nada en Libia, más allá que la OTAN ha declarado que ha terminado la guerra. Lo que ha terminado es un capítulo con la muerte del dictador Khadafi y se inicia una nueva era y se verá cuáles son las políticas que se llevan a cabo de aquí a 20 meses por el Consejo Nacional de Transición. 20 meses digo porque es la fecha prefijada para la próxima elección en el país. Va a ser importante porque allí veremos, porque si bien ya no está Khadafi, hay muchos pro khadafistas que pueden pretender tomar venganza por las características y la forma de la muerte de su líder, ha sido humillante para muchos de ellos y nada dice que no pueden constituirse en los nuevos rebeldes y continuar con un circulo vicioso de lo que sería un espiral de violencia y quedar atrapados en un círculo militar de nunca acabar.
MHG: Es bastante pesimista sobre el destino de las democracias en el mundo árabe?
GC: Así es. Definitivamente a mi juicio no ha ocurrido ningún tipo de revolución en el mundo árabe, aunque algunos colegas en el occidente o alguna prensa del mundo árabe están fogoneando esto como primavera árabe. Creo que la primavera ha entrado en un otoño demasiado sangriento. Si miramos el escenario y el tablero político actual hay un mapa político de represión, de terrorismo estatal en Siria, de guerra civil abierta en Libia, Yemen está en una situación crítica también con el presidente que dice que renuncia pero el clima es de efervescencia. No hay nada, a mi juicio, que nos indique, desde el punto de vista de cómo conocemos lo que podemos definir como democracia, que en el mundo árabe ella esté avanzando.
MHG: Los poderes que sostenían a Khadafi le soltaron la mano?
GC: Absolutamente. Si vamos a retrotraernos 6 meses atrás en la historia vemos que Khadafi era un socio preferente de Sarkozy como de Berlusconi, y hemos visto que en la elección entre los intereses y el petróleo, han elegido el petróleo, han elegido las relaciones comerciales a lo que era su amistad con Khadafi. Esto ha generado un interrogante mayor, que lo que venga, y cuidado que no estoy haciendo ninguna dictadura, Khadafi ha sido un personaje siniestro para el pueblo libio; pero lo que venga nada nos asegura que sea mejor que Khadafi y de revolución muy poco y de democracia casi nada. La revolución nace desde otro sitio, desde las ideas, del liderazgo. Y en el Consejo Nacional de Transición no vemos estas cosas, si vemos un grupo muy heterogéneo, en el cual hay elementos ideológicos muy diversos desde marxistas hasta nacionalistas árabes y seculares y esto no ofrece una posición que podamos esgrimir desde el optimismo. Yo soy generalmente un optimista de la vida, pero soy un optimista informado en cuestiones profesionales con lo cual me hace ser un poco escéptico y pesimista el manejar cierta información del mundo árabe. Lo mismo está ocurriendo en Egipto, donde se ha vuelto a asesinar a cristianos y elementos del ejército. Donde hoy se ve en las televisoras egipcias que se han vuelto a poner sus pañuelos en la cabeza. De modo que de revolución muy poco y menos de democracia, hasta ahora.
MHG: Berlusconi y Sarkozy ahora a quién le tienden la mano?
GC: Hasta las elecciones, estos grupos que han tomado el Consejo van a tratar de imponer a sus miembros en las instituciones democráticas y mantener una relación estable con occidente y van a continuar proveyendo el petróleo al precio pactado, van a continuar con los acuerdos que el régimen anterior tenía, a modo de oxigenar y no sufrir presiones de occidente, o de Bruselas o de Washington, pero eso va a ser una contraprestación por la ayuda que han recibido por derrocar a Khadafi por parte de la OTAN, pero no habría que esperar esto in eternum. Esto puede modificase porque creemos que grupos cercanos a la Hermandad Musulmán Egipcia o grupos radicales podrán lograr acceder al poder en las próximas elecciones en Libia.
MHG: En estos lugares por cuestiones culturales se pueden observar democracias exitosas y plenas?
GC: No, desde el punto de vista lo que en su concepción ustedes entienden como democracia liberal u occidental, la respuesta es no. Por el contrario lo que se ha visto en el mundo árabe son dictaduras muy crueles, sean seculares o islamistas como la que se instaló a partir de la revolución del 79 en Irán, pero democracia como las que se conocen de aquel lado del Atlántico seguramente que no. No hay una historia positiva en ese sentido, hay una historia que se contrapone con los valores democráticos, en la cual muchos de los tiranos del mundo árabe han sometido a sus pueblos, han creado mitos y no verdades políticas. Han creado mitos externos para de algún modo mantener a sus pueblos adormecidos y así mantenerse en el poder y enriquecerse como hemos visto en los casos de Khadafi o de Mubarak o de muchos de los que han llevado adelante los regímenes que se han llevado adelante en el mundo árabe. Pero de democracia o de libertad o de derechos civiles y humanos, muy poco.
MHG: A usted le preocupa que Rusia y China estén favoreciendo una tercera guerra mundial?
GC: Eso lo he escrito hace unas semanas atrás. Hay una realidad, fácticamente, tanto Rusia como China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas están demostrando claramente cuáles son sus posiciones respecto a las políticas occidentales en la región. El hecho que ambas hayan anunciado su veto a cualquier resolución que intente el consejo sobre el régimen sirio, nos está diciendo y nos está marcando a ritmo de qué y hacia dónde va la política exterior que están desarrollando China y Rusia. De modo tal que yo sostengo que sí, que en definitiva están favoreciendo a regímenes radicales, pueden ser seculares como el caso sirio, pero también hay una muy buena relación con regímenes como el de Teherán y esto es preocupante.
MHG: Qué rol le ve desarrollar dados los reacomodamientos que se están dando en el mundo relacionados con los interese económicos?
GC: Es prematuro proyectar una análisis en ese sentido. De momento no se aprecia que haya un reacomodamiento, lo que sí podemos decir sin temor al error, es que ha habido cambios que han culminado con diferentes regímenes y que han terminado con etapas que han sido muy crueles para el mundo árabe. Pero también hay una realidad: muchos de los socios son occidentales y los regímenes que están bajo cuestión o han caído, como por el caso Mubarak, daban cierta estabilidad a occidente y le estoy diciendo esto y reiterándole sin ánimo de defender a ninguna dictadura. Pero de lo que se trata es de no cambiar una dictadura secular por una dictadura islamista. Y nada nos dice que eso no puede ocurrir en lo inmediato, si consideramos las próximas elecciones en Egipto o los próximos 20 meses en Libia. Las agendas islamistas son muy claras, lo que ocurre es que no son interpretadas por occidente en la medida que esas agendas están trazadas. Primero, se va a encontrar con los grupos islamitas que son plurales, como demócratas y como inclusivos hasta que logren introducir sus elementos en las instituciones democráticas. Una vez que ellos tiene el poder ahí van a mostrar su posición y esto se viene viendo en Egipto a partir de la gran cantidad de tumbas de cristianos… Y eso se ve también del tránsito de los barcos iraníes por el Canal de Suez. De modo tal que cuando se habla de revoluciones árabes hay que tener mucho cuidado en ese sentido, porque a mi juicio no ha habido tales revoluciones y no las habrá hasta tanto no se produzca una revolución cultural que separe el estado de la mezquita.