La violencia no es de la escuela, llega y se instala en la escuela Las escuelas no pueden ser sucursales de un sistema ùnico

Profesor Alfredo van Gelderen: Maestro y profesor de letras- Es miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes y Académico Secretario de la Academia Nacional de Educación de la República Argentina.

MHG: El actual presupuesto educativo es el más alto de la historia, ahora bien los planes educativos se adecuan a la escuela que hoy necesitan los chicos?
AVG: Creo que el problema de la educación argentina que veo desde la escuela y desde el aula, -yo me he calificado mucho años de escuelero, pero ahora me he agregado lo de aulicéntrico , porque en el aula es donde está la realidad-, es que la escuela argentina tiene un después que le ha frenado tener un antes y encontrar la solución para ahora. El problema es de tiempo. La escuela está en un tiempo histórico que la sociedad argentina en sus manifestaciones infantiles y juveniles ha variado totalmente. A mí me parece que el esfuerzo que la Argentina tiene que hacer es encontrar los caminos adecuados para una transición que le lleve a respuestas sobre las necesidades de las generaciones jóvenes. Yo puedo por mi “duración” servir como observatorio, hace 65 años que ejerzo la docencia, desde los 18 años, donde con la ayuda de Dios, pude tener en un cargo oficial en el Consejo Nacional de Educación de Maestros. Uno se da cuenta que lo que nosotros queríamos cambiar en la década del 40 es lo que ha permanecido en la escuela argentina, particularmente en la secundaria. Lo que ocurre en la escuela secundaria es dramático. Le voy a dar la frase de una nieta mía que asiste a la escuela secundaria: “nos ensañan de todo pero no aprendemos nada”. ¡Se da cuenta lo que es eso!. Entonces, qué respuestas está esperando un chico preadolescente…?
MHG: Donde está la falla que los chicos advierten y los grandes no?
AVG: Usted me va a decir que estoy histórico o mal evocador, pero me parece a mí que el gran problema es la formación de los educadores profesionales. Tengo un enorme respeto por las cosas buenas que hacen los sindicatos, pero cuando a mí me hablan de trabajadores de la educación para desechar la condición de profesional de la educación, me da mucha tristeza. Porque un profesional es el que tiene que aprender los problemas de su ejercicio con libertad pero con ciencia fundante suficiente. El problema es que si somos trabajadores de la educación las escuelas son sucursales de un sistema único, y las escuelas no pueden ser sucursales porque los chicos no son en sus agrupamientos totalmente iguales. El problema es que el servicio está montado para un funcionamiento igualitario, como si se hubiera conservado la intención de hacer de un país y de su población una ciudadanía. Esa es la falla de la escuela primaria en la república. Hoy tenemos que encontrar una escuela que transmitiendo la cultura con sentido crítico, además, atienda los problemas de vida de los estudiantes.
MHG: Días pasados el Dr. Pedro Barcia, presidente de la Academia Nacional de Letras, manifestó que el lenguaje acotado es un atentado a la democracia.
AVG: Creo que esto es así porque los estamos privando de un instrumento imprescindible a quien se está formando. Con la inexactitud idiomática cómo se va a estudiar ciencia, cómo se va a estudiar tecnología?. Creo que las escuelas que están abandonando su preocupación por la oralidad están totalmente equivocadas. Tenemos que hacer un esfuerzo para que los chicos sean exactos en sus manifestaciones orales. Si quieren utilizar términos por extensión, que lo hagan con consciencia, pero sabiendo que esta no es la expresión adecuada. Pero, los profesores cuidan su lenguaje?, son modelos parlantes en el aula? En la universidad he tenido quejas de los alumnos por el uso de las conjunciones. Un alumno en ciencias de la educación me dijo ¡por qué se preocupa tanto por las palabras chiquitas!?. Le aseguro que anoto eso en mis cuadernos de apuntes.
MHG: Tendría que publicar esos cuadernos de apuntes que deben ser tan jugosos.
AFG: Desgraciadamente es poder seguir expresando las inquietudes cuando uno ha tomado algún signo grande. Creo que lo de la oralidad es un problema y lo de la lectura ¡para qué se lo voy a señalar!. Yo dirigí un proyecto muy importante de capacitación docente permanente en la Escuela Argentina Modelo. Había dos cursos para maestros primarios que eran claves porque los maestros se quedaban sorprendidos del planteo: la didáctica de la geometría y la didáctica de la lectura. Los nombres suenan viejos, pero los docentes no tienen armas instrumentales para actuar. Le pregunté a un maestro de una escuela de un barrio de Buenos Aries, por qué notaba que los chicos no la atendían a la maestra, y la señorita me dijo que los chicos dicen “la sé”, ya no dicen “la seño”, ahora dicen “la sé”, me dijo “no saben atender ¡qué quiere que haga!”. Yo dije pero ¡enséñeles!.
MHG: Hay otro tema: la interpretación.
AVG: Claro, el otro día trabajaba con una chiquita que estaba preparando un trabajo especial sobre Romero y Julieta, tomo el texto y le pregunto por qué dice “Romeo estaba atribulado” , qué quiere decir atribulado?… no tenía ni idea. La palabra que no comprenden la saltean. Una cosa peor, no les pasa eso en las clases de segunda lengua, donde preguntan y usan el diccionario para comprender. El uso del diccionario en las clases en español ha desaparecido.
MHG: Una lástima, porque nuestro idioma tiene tantas palabras para utilizar.
AVG: No me hagan caer en le historia de Grosso. Nosotros le decíamos al diccionario el “mataburros”, pero ese apodo no era vacío de contenido, declarábamos que éramos burros en el uso de las palabras, ahora los chicos saben todos.
MHG: Me perdí algo. Cuál era la historia de Grosso?
AVG: Grosso era una manual de historia para la escuela primaria donde estaba la historia Argentina en una síntesis que se usó en toda la república. En la escuela normal que se quería una historia transmitida críticamente para decir respecto de los métodos antiguos, se decía la historia de Grosso. Ahora fíjese que en el lenguaje materno no hay un intento de clarificación y de concisión, estamos empobreciendo cada vez más y creo que la preocupación de Barcia es correcta. Porque democráticamente no nos aprovisionamos de lo que tiene derecho a acceder.
MHG: Y cuando no aparece la palabra aparece el acto.
AVG: O una palabra parecida por su sonido, pero no por su significado. Desgraciadamente es así. Creo que todo profesor de escuela secundaria tiene que tener dominio del uso correcto de la lengua materna como todos los docentes del nivel primario y no digamos del inicial porque ahí hay que corregir a los chiquitos todos los vicios de expresión que tienen por estar originados en su familia.
MHG: Usted emparenta esta escuela no atractiva con cierto grado de violencia que hoy se vive?
AVG: No, creo que la violencia es otra manifestación, me parece que la violencia no es de la escuela, llega y se instala en la escuela. Una escuela redefinida tiene que tener claridad e instrumentos para realizar tres tareas formativas. Esto de las tres tareas formativas en mis clases en la universidad inicialmente sorprende a los alumnos de ciencias de la educación. Porque una escuela tiene que formar integralmente a los alumnos, pero tiene que orientar a los padres y responsables de esos alumnos que se asocian a esa institución técnica que es la escuela. La familia y la escuela son socios en una actividad que se llama educar al hijo o al pequeño a cargo de. Pero hay una tercera función de la escuela que es capacitar profesionalmente al equipo para poder realizar lo que esa institución tiene que hacer. Entonces, docentes enseñando a alumnos, padres orientados y equipo profesional mejorado, porque no llega en condiciones, son las tres definiciones que una escuela tiene que tener parta poder funcionar con la autarquía necesaria para resolver las necesidades de los alumnos. Sé que me van a decir que es teórico, pero yo he sido vicepresidente del Consejo Nacional de Educación y las necesidades de las escuelas eran diversas: o las ratas se comían los archivos o se inundaban las escuelas o las escuelas no tenían agua tres meses antes del verano. Este es un cuadro medio torpe pero lo que quiero señalar es que el Consejo tenía escuelas primarias en toda la república a las que había creado, no eran provinciales. Ahora toda la responsabilidad es de los estados federales.
MHG: De qué manera la escuela puede volver a ser la escuela del aprendizaje, la escuela integradora? Indudablemente no es una cuestión de presupuesto…
AVG: Verdaderamente de financiamiento no sé nada. Pero a mí me impresiona que nosotros hayamos pasado en inversión educativa el monto imprescindible como adecuado por la UNESCO que es el 6% del PBI, en 5 años lo hemos superado. Pero me permito una consideración teórica: los resultados medidos pueden hacer pensar que esa inversión no está bien realizada. Ese es el problema. Nosotros seguimos financiando pero no vemos resultados tanto en nuestras mediciones como en las mediciones internacionales. Creo que el destino, el uso el financiamiento a mí me cuesta no pensar que no debe ser totalmente eficaz. Siempre he pensado que necesitábamos una agencia muy fuerte encargada de financiar proyectos para cada escuela. Me preocupa la solución del gobierno de la ciudad de Buenos Aires que quiere evaluar docentes independientemente de los equipos. Entonces vamos a tener escuela donde un chico va a tener un maestro nueve puntos en tercero y un maestro tres puntos en cuarto; cuál es la secuencia técnica formativa? Opino que lo que hay que movilizar es el destino de fondos para proyectos en sede, proyectos de la escuela. Usted me va a decir que el problema es quién conduce esas escuelas y tal vez ahí esté el problema de la formación profesional docente, debe estar a cargo en primer término de equipos técnicos directivos. He oído en un colegio un sinceramiento de una maestra, quien dijo “yo no puedo trabajar más porque tengo que atender a psicólogos, psicopedagogos, pediatras y no sé qué puedo hacer en la escuela”. Uno escucha en las escuelas términos tales como “iniciadores en la profesión” y otra cosa que a mí me impresiona, porque me suena a esas cosas del doctrina de género que como viejo me preocupan, cuando dicen “es necesario la pareja pedagógica”. Esto es dramático.
MHG: Cómo se traduce la pareja pedagógica? Vendría a ser el adscripto?
AVG: Tal cual.
MHG: El formador del docente está aggiornado a los tiempos?
AVG: Hay una política del Instituto de Formación Docente, que acaba de publicar un trabajo muy importante Hay una preocupación, pero opino que no se debe plantear las cosas con criterios uniformadores, hay que tener inteligencia de base para poder actuar y encontrar soluciones para los que se educan. A mí me dirán que eso es utópico, pero no lo es. Uno se da cuenta que Rosario está poderosa y en crecimiento pero inmediatamente tiene la manifestación de su pobreza. Entonces las escuelas pueden ser iguales? En la ciudad de Buenos Aires una escuela de Barrio Norte puede ser igual a una escuela del Barrio Sur? No pueden ser iguales.
MHG: Un estudio de la iglesia sobre la miseria, la mezcla de inseguridad, la vivienda precaria, la sufren gran parte de los 12 millones 800 mil personas de la región metropolitana, afectaría al 34% de la población.
AVG: No me ha sorprendido cuando leí esto en el diario, se trata de datos del Observatorio de la UCA y de datos que posee Caritas, que me consta que son permanentes. Y ahí está marcado. Y cuáles son las soluciones de la escuela? Una vez me hicieron una nota en La Nación que la titularon, porque era la idea mía, que la escuela tiene que atender las necesidades sociales de los alumnos pero nunca entregar su tiempo pedagógico, porque el problema es que las escuelas se entusiasman y se ponen a dar comida todo el tiempo. Entonces ¡aumentamos las calorías y desatendemos las necesidades mentales y formativas!.
MHG: Inhibimos la materia gris.
AVG: Exactamente. Y después vemos un joven que fracasa en su escolaridad y está desfasado para seguir viviendo. El club de Roma lo marcó en los años 70 cuando nos decía que el fracaso escolar produce el fracaso humano y yo le agregaba que el desfase humano en la vida activa conduce a la calle, a la droga, al delito.