El tema de la droga es la demanda

“Lo importante son los actores internos que posibilitan la presencia de narcos colombianos”
“Hoy hay 20 mil homicidios al año en Méjico, lo mismo que Colombia en los 80…”

Dr. Juan Gabriel Tokatlian: – Dr. En Sociología y en Relaciones Internacionales- Doctorado en la Univ. de Hopkins de Washington

MHG: Usted ha seguido en forma pormenorizada el tema de los carteles de la droga, han llegado para quedarse en Argentina?
JGT: Más allá de la noticia que refiere a la reunión de dos narcotraficantes en Rosario, desde hace mucho tiempo este fenómeno de narcotráfico en general y del crimen organizado en particular, ya no puede ceñirse a la expresión de un solo país o a una zona limitada. Recuerde que en los 80 se había puesto de moda la expresión “colombianización” para tratar de indicar países que podían, particularmente del área andina, replicar aquella experiencia de violencia, de corrupción que había vivido Colombia en esa década. Esto parecía supeditado a un solo espacio, a un solo grupo mafiosos, a un solo producto, en particular la cocaína. Hoy es difícil sostener esta tesis, lo que estamos viendo en México es apabullante en ese sentido. Estamos hablando de casi 20 mil homicidios al año, vinculados a reyertas o problemas entre grupos, o a acciones de éstos contra las autoridades, o formas de violencia contra la sociedad civil, o acciones contra la policía, o de la policía contra narcotraficantes. Estamos hablando de cifras espeluznantes, pero si vamos a los 80 y miramos los indicadores para Colombia también se encuentran. Si se va a grandes urbes en Brasil, a pesar del involucramiento de las fuerzas armadas en grandes ciudades como Río de Janeiro, San Pablo, los niveles de violencia vinculados a la droga son enormes. La transnacionalización de este fenómeno, el hecho que hay nuevos países, hoy Venezuela es un sitio por el cual se transita hasta un quinto de la cocaína colombiana que llega a Europa. Las rutas que siguen vigentes, en particular en Centroamérica y en el caribe insular, habiendo crecido la de República Dominicana. El lavado de activos en diferentes países que tienen sistemas excesivamente abierto o poco regulados desde Uruguay hasta las Islas Caimán. Estamos hablando de un fenómeno complejo en el cual se entrelazan diferentes grupos criminales y hacen asociaciones tales como las hacen los países, sociedades o acuerdos estratégicos, así operan estos grupos mafiosos. No es inusitado lo que puede estar pasando en Argentina y, a mi modo de ver, esto ha mostrado ya, al menos, desde hace una década signos de crecimiento altamente preocupantes.

MHG: Respecto del episodio Rosario cómo se lo puede caratular?
JGT: No tengo los detalles pero le diría que para explicarlo tenemos que usar la misma lógica que usamos en general ante el fenómeno de las drogas. Sabemos que el tema de las drogas deviene de una oferta, ¡pero porque existe una demanda!, en particular en los Estados Unidos, en Europa, en Asia. Es un problema de demanda, cuando se encuentran este tipo de fenómenos como en Rosario, tenemos que usar la misma lógica. Esto es, no es que llegan mejicanos que se ofrecen “para”, en realidad lo que hay que investigar cuáles son los actores internos, locales, nacionales, que facilitan la entrada de grupos mafiosos, o mejicanos o peruanos para a su vez transnacionalizarse. Yo colocaría el acento ahí, porque si no volvemos a caer en la estigmatización de los 80 pero con otros casos nacionales. Y aquí no es un problema de la colombianización o la mejicanización, aquí lo que hay que hablar es de la argentinización de su propio mundo criminal. Y a partir de allí entender que hay un serie de elementos que facilitan la presencia de los narcotraficantes: pocos controles fronterizos, formas de incorporación social relativamente aceptados por la sociedad, cierta tolerancia y connivencia, en algunos casos muy grande, de las fuerzas policiales, inoperancia de la justicia, todos estos son los factores de, por así decirlo, junto a la demanda, hacen que mafiosos mejicanos, en este caso, puedan asentarse casi sin problemas.

MHG: Qué opinión le merece el discurso de la Presidente en la Naciones Unidas acerca del tema Malvinas?
JGT: Creo que ahí tenemos interpretaciones muy diversas sobre el tema, según las ideas o pensamientos de los analistas. Yo soy de la tesis de que sin una estructura de cooperación y sin una estructura de incentivos para que los habitantes de Malvinas se sientan más atraídos por Argentina esto no va a funcionar. Esto de tomar medidas dañinas para los propios isleños va a hacer aparecer a Argentina como alguien que perjudica y no beneficia a los isleños. Esto de no tener una estructura preparada, incluso para competir en cuanto al hallazgo de petróleo en la zona circunvecina a las islas y hacer lo que hace Gran Bretaña, con los británicos, pero sí con otras compañías y atraer inversiones que busquen explorar plataformas que pueden ser redituables para Argentina, se hace con elementos que atraigan y que generen cooperación. Yo no entiendo por qué políticas de amenazas o políticas de retaliación van a llevar a algún punto en el que Gran Bretaña se sienta tentada o aceptada a negociar. Hay quienes afirman todo lo contrario: que hay que ponerse duro porque es la única forma en que el Reino Unido va a sentarse en una mesa. Yo no lo creo. Creo que no hay elementos objetivos, no hay elementos políticos, no hay elementos militares que muestren eso. Y en el caso de una estrategia inversa de colaboración, sin caer en los 90, sin caer en los ositos, en esa formas tan argentinas de creer que con gestualidades vamos a resolver problemas de envergadura, pero sin tampoco caer en el límite de la provocación, creo que hay un sinfín de alternativas entre medio y que hay que explorarlas y haber usado esta ocasión de la asamblea para mostrar que Argentina no solamente reclama que Gran Bretaña se siente a una mesa de negociación sino que Argentina tiene propuestas positivas de cooperación, creo que es perder una oportunidad.

MHG: No cree que es un discurso más para Argentina que para el mundo?
JGT: Probablemente si hoy ubicáramos este tema en la agenda electoral argentina muy pocas personas se darían cuenta que hay un entredicho en este asunto, esto es que los radicales piensen de una manera totalmente diferente, que otras agrupaciones que van a competir con la presidente tengan posturas diametralmente opuestas. Yo, a primera vista, no veo un rédito político inmediato; en segundo lugar, creo que el discurso combinó una gran cantidad de temas de política exterior, el tema de Palestina, el de Irán, el de Malvinas, el de las reformas de las instituciones financieras, fue, si uno lo compara con otros discursos de presidentes argentinos, y de la propia Cristina Fernández en otras ocasiones, el más internacional de todos. En cada uno de los temas lo que cabe es desagregar y decir que esta es una presentación lúcida, en el otro tema es una presentación muy parroquial, en otro es una presentación justa, etc. Habría que analizar tema por tema y ver en cuáles hay más virtudes y en cuáles ha más defectos. Particularmente considero que de los cuatro temas, lo menos bien formulado fue lo de Malvinas.