El gobierno de Milei sobrevive de rescate en rescate: ahora, con Washington comprando pesos y el Banco Central como salvavidas. El anarcocapitalista que prometía dinamitar el Estado y el Banco Central es sostenido por un Estado y una entidad financiera pública que venera.
Borges cerraba sus charlas con un prolongado silencio interrumpido por: “es todo tan raro y tan posible”. El presidente Milei fue rescatado por tercera vez por sus amigos. Estados Unidos con la actitud de Scott Bessent logró sorprender a propios y extraños y en el segundo crítico llegó un inédito salvataje: el Tesoro de los EEUU compró pesos argentinos. (En cualquier momento arbolitos criollos estarán boceando la venta de nuestros pesos en Wall Street)
Realicemos un breve recordatorio. En abril la corrida fue interceptada por el acuerdo con el FMI. Todo indicaba que habría paz duradera, al menos hasta octubre.
En mayo el gobierno acudió por primera vez a los exportadores bajando las retenciones con la promesa firme en julio de volverlas a sus porcentajes habituales. En castellano básico: apurar las liquidaciones.
Tres meses después ante la duda del ministro de Economía sobre un nuevo salvataje de EEUU; por 72 horas baja las retenciones a cero, logrando frenar la tercera gran corrida cambiaria.
Y la semana pasada aparece el cuarto socorro con el acuerdo entre los bancos centrales de EEUU y Argentina, a través de un swap de U$S 20 mil millones. Menos mal que el Presidente no cumplió con su promesa de eliminar el Banco Central de la Republica Argentina, dado que en esta ocasión fue su herramienta de salvataje. El milagro fue que el topo que venía a destruir al Estado fue salvado por el Estado que desdeña.
Ahora bien, podemos concluir que la gigantesca ayuda norteamericana guarda igual dimensión con el gigantesco fracaso del programa económico del gobierno argentino, de no ser así no se explica lo sucedido.
Gracias a esta ayuda norteamericana cuya reciprocidad los argentinos aún ignoran; el gobierno llegará al 26 de octubre con el tipo de cambio buscado y encontrado a cualquier precio, pero con la misma incertidumbre trasladada al lunes 27. Hasta esa fecha todo indica que el carry trade o bicicleta financiera goza de buena salud.
Según analista y consultor Gustavo Córdoba, nada indica un aumento de la concurrencia al comicio del 26 de octubre, es más, cree que rondaría el 60%.
Luego del affaire Espert, tan popularizado como el 3% de Karina; podríamos hablar del bonus track que le otorgó el amigo Donald Trump a Javier Milei . Sería el 5to salvataje. Salir del foco del emparentamiento con los dineros narcos para su cabeza de lista en Buenos Aires.
Además de la incógnita de lo por venir post 26 de octubre, la principal curiosidad de esta cronista tiene que ver con la reacción del votante argentino y su tolerancia o no a la corrupción y al bolsillo flaco. La “última ayuda” el presidente Milei la obtiene de las oposiciones, que no muestran voluntad de poder político. Esto solo se evidencia manifestando qué harían de ser gobierno. Los “depredadores” les vienen ganando ampliamente a los políticos. La sociedad observa y sufre.
Los resultados del 26 de octubre también serán medidos por el “dador de combustible”, el Tesoro de EEUU, dado que la magnitud de la ayuda fluirá en función de los mismos.
Como dice el ex diputado peronista Alejandro “Topo” Rodríguez: “las democracias tienen hitos donde la voluntad popular se manifiesta. El 26 de octubre es uno de ellos, para darle al presidente Milei la oportunidad de rectificar el modelo económico que no es sustentable y marcha hacia el precipicio”